Presencial, remoto o híbrido, ¿hacia qué modelo de trabajo deberían avanzar las empresas?

A medida que seguimos sintiendo el impacto del COVID-19 en todo el mundo, con muchos de nosotros transitando diferentes etapas en el camino hacia la recuperación, las empresas están descubriendo cómo será el mundo laboral del futuro. Muchas siguen evaluando distintos esquemas como el presencial, el remoto y el híbrido, e incluso la habilitación de centros de trabajo más chicos que se encuentren más cerca de los hogares de los trabajadores.

 

Hasta hace algunos meses se pensaba que en cuanto pasara totalmente la pandemia, o por lo menos cuando el proceso de vacunación estuviera lo suficientemente avanzado, los profesionales iban a poder reincorporarse paulatinamente y con un mayor sentimiento de confianza a sus lugares de trabajo. Sin embargo, aunque la mayoría de los argentinos ya cuentan con un esquema completo de vacunación, un porcentaje alto de trabajadores sigue mostrando cierta inseguridad para volver a una modalidad totalmente presencial, sobre todo aquellos mayores de 35 años.

 

Para algunas compañías, reunir a su gente en un mismo ambiente es fundamental para impulsar una cultura organizacional, que les transmita la identidad, el valor y el significado de la empresa. Además, muchas no cuentan con las plataformas tecnológicas que facilitan una interacción remota de calidad, y, por lo tanto, resulta muy complicado inculcar a su personal los principios que las hacen competitivas en el mercado. Sostienen que los seres humanos estamos acostumbrados a adquirir nuevas habilidades mediante el trabajo colaborativo, y que, con la convivencia presencial entre los profesionales y sus líderes, se fomenta la discusión, el intercambio de ideas y el aprendizaje. Por último, en muchos casos se debe entender que el trabajo en la oficina podría significar tener un espacio ajeno al familiar para desenvolverse, lo cual podría contribuir a mejorar la salud mental de los colaboradores y a la convivencia con sus colegas.

 

 

A pesar de todo lo dicho anteriormente, muchos trabajadores se resisten a volver a la presencialidad. Algunos por la falta de seguridad y confianza que les genera volver a la oficina respecto al virus que sigue dando vueltas, y otros porque consideran que pueden hacer perfectamente sus tareas laborales desde sus casas. Muchos se han convencido de que pueden trabajar de manera remota sin ningún problema y sin poner en riesgo su salud en el transporte o en los espacios públicos. Recordemos que antes de la pandemia, las personas solían invertir diariamente varias horas en el traslado desde su casa a su lugar de trabajo y viceversa. Si en ese momento eso ya era un factor que impactaba negativamente en su balance vida-trabajo, hoy, esto se acrecienta todavía más, ya que, además, el transporte público es considerado como un lugar de alto riesgo de contagio.

 

Otro factor que genera incertidumbre en buena parte de la población, sobre todo en padres y madres de hijos chicos, es que, actualmente, deben cuidar a sus hijos en condiciones muy diferentes a las que existían antes del covid, ya que muchos niños todavía no volvieron a tener todas sus actividades presenciales. Por lo tanto, en caso de volver por completo a las oficinas, los desafíos a los que deberían enfrentarse los profesionales con hijos, serían mayores.

 

Finalmente, muchas organizaciones se encuentran diagramando un esquema que podría considerarse un punto intermedio para muchos. Se están cuestionando si es conveniente mantener a todo su personal en un mismo centro de trabajo, o si quizás resulta mejor, habilitar varios espacios más pequeños, cercanos a las viviendas de sus profesionales. Haciendo esto, su gente podría disfrutar de beneficios como trabajar en una oficina más próxima y con menos personas, evitando así, estar horas en el transporte público y mucho tiempo junto a grupos masivos.

 

En nuestro caso en particular, en Belgaum nos encontramos hoy en día con una modalidad de trabajo híbrida y consideramos que es la mejor opción al momento para que nuestra fuerza laboral se sienta segura, confiada y cuente con todas las herramientas para poder desplegar todo su potencial. Creemos que la combinación de tres días en la oficina y dos días desde nuestras casas equilibran el balance de vida y trabajo que nuestros profesionales necesitan.

 

Optar por un modelo híbrido, presencial o virtual, sea cual sea el modelo laboral, solo será el paso que daremos antes de que tengamos que asumir el desafío de otro cambio. Pero, en todos los procesos de transformación, tendrá que garantizarse siempre una cosa como prioridad: el bienestar de las organizaciones y, en especial, el de su personal.